V MUESTRA DE TEATRO DE GRUPOS TALAVERANOS: "Cuestión de huevos" en "La Tribuna de Talavera"

TEATRO

HUMOR CAÑÍ, TRIUNFO SEGURO

Good Idea Company consiguió divertir al público asistente a la V Muestra de Teatro de Grupos Talaveranos con un espectáculo que combina el humor ‘made in Spain’, con absurdo, malabarismos y trucos de magia.

C. GARCÍA

¿Puede haber algo más típicamente español, más cañí, que un torero desastroso y borrachín? Pocas imágenes son más explícitas de ese humor ‘made in Spain’ del que hizo gala el espectáculo de Good Idea Company, que se subió a las tablas del Victoria el pasado miércoles dentro de la V Muestra de Teatro de Grupos Talaveranos. La apuesta personal de Pablo Muñoz está bastante más cercana al espectáculo de variedades que a lo que puramente se conoce como teatro. Sin embargo, eso no impidió al público que se acercó hasta el teatro disfrutar de lo lindo.

La propuesta ágil y variada, donde primaba la interacción con el público, fue acogida con sumo agrado por los aproximadamente 100 espectadores que se congregaron en el Teatro Victoria. El patio de butacas rió de lo lindo, participó sin complejos y aplaudió con alegría la obra ‘Cuestión de huevos’, la penúltima de la muestra.

Con la soltura de la experiencia en el mundo del espectáculo, Pablo Muñoz fue hilando una secuencia de varias escenas humorísticas en una propuesta sencilla pero efectiva. Así, se fueron sucediendo sobre el escenario los trucos y gags.

Abrió fuego un cuadro taurino, nada más subirse el telón. Desde ahí hasta el final del espectáculo fueron surgiendo chistes, pequeños trucos de magia, de naipes, malabares y, sobre todo, la integración del público como un actor más sobre el escenario. Detalles de clawn, humor absurdo y alguna evitable nota de la escuela Leo Bassi terminaron de componer los ingredientes.

El respetable rió con las ocurrencias de un chusco torero, aficionado a la botella y bastante temeroso de su destino sobre el ruedo. «Esto no es Walt Disney», repetía.

Un popurrí de conocidos temas musicales ayudó también a la agilidad y gracia de la obra de Good Idea Company. No menos español fue el tramo final de ‘Cuestión de huevos’, en un ambiente militar que bromeaba sobre los aspectos incomprensibles del mundo castrense.

La rapidez de la obra y su brevedad (apenas duró una hora escasa) animaron también a dejar un buen sabor de boca en el paladar de los espectadores. No cabe duda de que el espectáculo triunfó entre los presentes, quienes agradecieron un rato de diversión y espectáculo sin más pretensiones. Eso sí, quizá no tanto gustase el final a los responsables de la limpieza del teatro.